2.11.06

pez

Deshechar lo feo. Nunca existió. Retomar la búsqueda aún cuando ya exangüe me mata mi propio perfeccionismo. Ser altivo, el más atrevido. Jugar al orgullo y a copiar sin rubor. Templar. No temer lo convencional. Mejor: tratar de templar sin dejar sitio a la espontaneidad ni a la belleza casual del momento. Exterminio obcecado de mis vicios, todos nocivos. Ascetismo paroxista y olvido deliberado del ayer. Eso, en la canción. Y en la vida, todo al revés.

1 comentario:

Cabeza Mechero dijo...

No quisiera ponerme serio... pero, ¿acaso no es esa la eterna lucha entre el soy y el quiero ser? ¿Somos comos nos vemos o como nos ven? ¿Si nos rodeamos de necios seremos peores? ¿o quizá lo fatal es codearse con la inteligencia? ¿Acaso te atreverías a poner ante ti, con pulso firme y mirada decidida, el puto espejo de la verdad? Nunca se debería llamar cobardes a los que sueñan.

"Anoche soñé que soñaba, debió ser un sueño, pues ya no me dejan soñar con nada". Anónimo.