21.8.07

¿Dónde está Las Vegas?

Cascante, Navarra.
Cascante es un pueblo surrealista y romanorum. Hace muchos años un amigo me dijo que era otra dimensión. Se me clavó en la cabeza (la frase, no el amigo) y desde entonces me he sentido parte de este lugar donde la Virgen del Romero y el Cristo de la Columna son más famosos que Jesucristo. Y que los Beatles.


Lugares tan españoles y estáticos, condenados a la degradación de toda clase, sólo pueden ser hermosos. Cuando adolescía me explicaron cosas increíbles de Cascante. El ayuntamiento decidió una vez proteger sus pinturas rupestres con una capa de cemento. En otro orden de cosas, al pub le llamaron Don Anselmo. Para darle unt oque moderno la gente le llama Donal.

El bar de la plaza de los Fueros se llama Las Vegas.

El año pasado aún me tomé unas cañas en Las Vegas, creo que este año ya no existe. Pues qué mierda. Para mi Las Vegas era tremendo. Hace quince mil años yo iba allí con una tienda de campaña cuando aún no había iglús y seguramente no existían ni los esquimales. Solía aparecer en Las Vegas a mediodía con mi neceser, saludar a Jesús (ojo, el camarero, no el bajista de Sidonie) y bajar al baño a asearme toda la cara con toda la cara. Y con jabón. Las luces del lavabo ya se encendían solas a mi paso cuando en Barcelona aún éramos preolímpicos. Pero en cambio, yo les decía a mis amigos de la ciudad que en Cascante vivían en cavernas, como los Beatles. Como Jesucristo. Así es Cascante. Te pueden preguntar ¿Dónde estás? Actualmente en las Vegas, Cascante. Y nadie se ríe. Así que me voy unos días a Cascante.


...Me pregunto si llueve en Bucarest.

11.8.07

6.8.07

eso verde

Me despierto hace apenas tres minutos. Explico mi sueño. Rápido, que se va.

Estoy en el cine con amigos. Es el presente pero la sensación es de niño. Un poco más, adolescente. Feliz. Mi butaca está apartada de las demás filas, a la derecha, ligeramente inclinada para no perder ángulo de visión de la pantalla.. Con mis amigos ¿quiénes son? nos lanzamos miradas cómplices todo el tiempo porque un hombre de mediana edad y su pareja, una joven negra enjoyada cacarean durante toda la película. No nos molesta demasiado a pesar de que el volumen de la película es muy bajo, La película es un drama costumbrista en la que sale Donovan Leitch en una pradera tocando la guitarra mientras otro actor le observa sonriendo a cierta distancia, de pie. Más por travesura que por otra cosa, hago una bola de papel con el ticket de la entrada y le doy en la cabeza a la cotorra negra, me giro hacia la pantalla, reprimo la carcajada, mis amigos lo mismo. Todos disimulamos. Estamos protegidos.
Cuando me doy cuenta tengo delante a unos responsables de la sala delante de mi. Y a la pareja intentando agredirme. Me da mucha risa, pero disimulo como un campeón y les hechan a ellos. El cine aprovecha para darnos un descanso de cinco minutos.

Por alguna razón regresamos a la proyección en un patin gigante que yo conduzco. Me detengo ante la taquilla. Disculpe, señorita, durante el descanso he perdido mi entrada, ¿puedo volver a entrar? La taquilera sonríe. Pero hombre, ¿no recuerdas que te hemos marcado el pulgar con tinta verde? Lo miro. Es verdad, está verde. Al principio no, pero para cuando hemos bajado las escaleras ya conduzco regular el patín. Todos se rien de mi dulcemente. Me quieren.
El cine es descubierto. Para acceder a él hay que llegar nadando por un lago verdísimo que da al patio de butacas. La tarde cae, nos bañamos sin hacer ruido, armónicamente, como sirenas. Desde lejos se ve en la pantalla un hermoso paisaje, acorde con el ¿real?...

Me despierto a 6 de agosto, tengo trenta y tres años. Levanto la persiana. ¡Llueve! Un amigo me llama, está en el tren, llegará hoy dentro de tres o cuatro horas. Ha estado en el Pais Vasco y se lo ha pasado como los leones. Pienso en Donovan, el cantante que tanto me gustaba antes de conocer a otros como Adam Green o Gilbert O'Sullivan. Creo que jamás hizo una película. Recuerdo su música, maravillosa. Soy extrañamente yo. Siento paz, me miro la mano, un reflejo engañoso de la tarde y la luz de la sala hace parecer por un momento que mi dedo pulgar es verde.

2.8.07

Patada en los cojones

Atención horterada: Estoy ordenando mi vida.

La vida es lo que te pasa mientras estás ocupando haciendo planes, decía John Lennon. Luego leemos la frase y decidimos que la vida es irse de fiesta. Por el amor de Dios.

...Y pensar en uno dicendo querido chico. Como en las cartas que convierten el amor incompleto en una verdad consistente como una espalda de cordero.

He borrado algunos colapsos de la semana pasada, para que se me pueda ver más claramente. Dejarme conocer. Si es que en el fondo soy un caballero.