Semana santa es la mejor semana del año. Eso no lo aprendí sólo, eh. Y a mi no me suele fallar, y menos este año que no sé por qué me he reido tanto, ni de qué. Hubo un momento en que me miraban raro, y ¿éste? Ha perdido el Norte. Y sobretodo esta sensación de vivir de verdad. Joder, por fin, es como cuando coges el tren casi en marcha. Menos mal, menos mal. Y, y, y a ti sí que te ha fallado y no sabes por qué. Que te puedo decir. No es fácil vivir solo, supongo. Que no te llama nadie y no recibes sms’s y parece que se se ha acabado el mundo. Dímelo a mi. Pero sólo eso, es el capítulo: el musical, sigue. Bueno, tiene truco yo ya no vivo solo, pero qué más da, si tampoco está nunca. Y ella debe pensar lo mismo de mi. Sigue girando la bola esta, que qué angustia imaginarla flotando en el espacio, que no la sujeta nadie. Me dijo Miranda, sale mucho este chico, que todo es la perspectiva y que basta con saber que mañana trabajas para pensar que hoy es una mierda. Y no lo es, cómo va a serlo. Sé que es una obviedad pero es que, tal vez, estoy pasando por alto ya demasiadas obviedades y soy yo el que está flotando en el espacio. Y encima volando como una vaca como dice anónimo que no puede tener más razón. Un burro volando soy. Y como me he pasado la vida agitando bengalas (cielo santo, esto es un robo) pues causo sensación. Ni mal, ni bien sinó de verdad. Sí, necesito a la gente para poder decir luego que yo voy a mi luna y no me siento un timador por eso. La verdad es que algunas personas no me hablan, ahora que pienso. No debo ser muy íntegro, o algo así, no sé. Pero en fin que no es todo tan sencillo, y lo que a mi me sabe mal es llamar la atención en otros continentes. Que solo es una bengalita, coño.
Y últimamente estoy en fase de pruebas y lo hago todo al revés y es muy divertido. Qué horror la angustia y qué horror la angustia ajena. Y qué tembleques cuando ves el miedo en la cara de quien amas. Además desde que empezó el experimento acierto casi siempre. Anuncio que el viaje sigue y que ayer volví a hacer una canción. Qué susto, pensaba que ya no podía. Y sé por qué es, lo sé. Lo sé.
Yo también prometí el amor eterno y cuando estaba más mojado, se me cayó una torre de esas eléctricas encima. Que uno queda subyugado a la espera de que llegue la decepción total para volver a empezar de golpe y pumba, te vuelan la cabeza. Que en el amor no manda nadie y que no debe ni existir. Hay una que piensa que sí, pero que dura un año y medio. Ojo, es una barbaridad, por supuesto, pero se transparenta la verdad. Es como todo lo demás, a ponerle nombre para no volverse loco. Y si te pierdes, pues nada, ya cambias el discurso y como nadie te multa, adelante. No sé si hay que reinventarse, pero lo que es seguro es que hay que saber descansar. Lo digo mejor, que si te cansas, si empiezas a odiar todo esto estás perdido. No te quedes inmóvil al borde del camino o según un chiste genial no te quedes sin móvil al borde del camino. Ahí cada uno que tire de la tecnología que quiera. Incluído el facebook.
Que la semana santa se acaba hoy, pero que te cure, por favor. Yo rezo por ti campeón, pero ayudaría mucho que supieras boxear. No hay normas. No hay lados, aprender eso es entrar en la locura, en la ansiedad, pero no sé: echa miguitas de pan.
Yo lo hago y me funciona, todo está bien, quitando que llevo todo el día en el trabajo mintiendo.
- Es que debo tener alergia.
Y hay muchas cosas más
O persigues tus sueños o desaparecen, no hay nada más.
