29.6.09

a veces pierdo mi energía y es tuya también la culpa

Encaja muy bien, encaja muy bien, encaja muy bien. Encaja muy bien.
¿Y si no hace falta? Nos quedamos un poco serios, revelamos medio secreto, nos decimos que todo es legal. Silencio. La normalidad, vergüenza me da, que no hay, qué va a haber, aunque la representes y las pidas lo tuyo es blancura, desde dentro y hasta hoy sin pasar por la línea del tiempo. Que te vendo mi paseo del domingo aunque tenga que ir solo a soñar que era yo el que mañana, era, mañana, se encorvaba hacia su telecaster fuego en lo alto de una estrecha colina tocando para las nubes. Me aprenderé más blueses o alguno para seguir tocándolos sin ritmo (es más difícil que el flamenco, el más difícil de todos), pero blues que es lo que es. Ausencia de amor decía Kevin. Hola Kevin, me podrías enseñar el ritmo y así olvido. Todos barriendo a la vez. Que no hago más que barrer tan bien que le doy con la parte de arriba del palo a las demás escobas. San Pedro le tiró petardos a la verbena de los niños y alguien rió cuando miró el calendario, yo por mi parte me quedo sin vasos que se me caen todos de las manos. Está todo lleno de cristales tan pequeños que no se ven, que no se encuentran. Pero yo sé que están.
Son las siete de la mañana. Yo me despierto así. ¿Te imaginas?

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