16.4.09

Son los goles (y no los colores)

Esto es una santa mierda. Hay cosas que son no-bien o no-mal, bla, bla, bla.
Apuntamos con un arco muy preciso, pero demasiado lejos. Cada milímetro de movimiento aleja la flecha diez metros. Y claro algunos con la epilepsia...
A lo mejor ya empiezo a distorsionar, pero lo que veo a mi alrededor es demasiado. Qué somos, ¿almas en pena en busca de nuestra perfecta mitad? qué pasa cuando nadie mira, qué pasa.
Esto no era así, uno no perdía el oremus, la dignidad y las llaves, a la mínima. Tristeza es tristeza y locura es locura. Súmese el drama de los que intentan contemporizar, llevarlo bien, vamos. Son los que acabamos con el blog lindado a sitios en los que te llaman hijo de puta. Pues vale.
No es que nadie sea de nadie, no es eso, es que todos somos de todos.
Respeto. Pero ya.
Me quedo con la genial parábola que me contó Mestre acerca de un sujeto que va a la playa con toda la intención de sumergir su pena en el mar, pero que no puede consumar el suicidio al encontrar el agua demasiado fría.

7 comentarios:

Laura dijo...

ai, ai, ai...

Jordi dijo...

No te tomes tan a pecho el fútbol sala. Es mi consejo.

Anónimo dijo...

pa mi que vosotros vais a ser unos cochinos, y pa qué más chorras de niño muerto!!!

ánimo y a follaaaaar!!! que es lo importante!!!

Anónimo dijo...

Las cosas tienen la importancia que tú le quieras otorgar... Procura guardar tus reservas de energía para cosas importantes de verdad, que para las tonterías solo hace falta reírse.


Sonríe... que todo lo demás está de más.



" 1,2,3 ... Sol "

Jordi dijo...

Hostia, el anónimo primero parece la reencarnación del Cuerdas

Anónimo dijo...

¿Quién era el Cuerdas?

Anónima (3)

eso verde dijo...

Ostres, Jordi, no serà la Hilde!