El pobre Elvis no se volvió loco, lo volvieron; seguramente acabó derramando alguna lágrima al enterarse de lo del edificio Dakota..., ¿lo sucedido a las puertas de este edificio fue la salvación artística de Lennon? ¿Si viviera andaría haciendo el ridículo como el Macarni? ¿Por qué los únicos que han demostrado cierta dignidad han sido Ringo y el malogrado George? ¿Que estará pensando ahora Elvis?, ¿que hará?, ¿merodeará por los pasadizos secretos de Graceland? ¿Se preguntará estas mismas cosas? Hey hound dog man, where you been now, where you been?
Por cierto, en lo referente al tema real de tu comentario me acordé de este poema del gran Goytisolo:
NADIE ESTÁ SOLO
En este mismo instante hay un hombre que sufre, un hombre torturado tan sólo por amar la libertad. Ignoro dónde vive, qué lengua habla, de qué color tiene la piel, cómo se llama, pero en este mismo instante, cuando tus ojos leen mi pequeño poema, ese hombre existe, grita, se puede oír su llanto de animal acosado, mientras muerde sus labios para no denunciar a los amigos. ¿Oyes? Un hombre solo grita maniatado, existe en algún sitio. ¿He dicho solo? ¿No sientes, como yo, el dolor de su cuerpo repetido en el tuyo? ¿No te mana la sangre bajo los golpes ciegos? Nadie está solo. Ahora, en este mismo instante, también a ti y a mí nos tienen maniatados.
2 comentarios:
El pobre Elvis no se volvió loco, lo volvieron; seguramente acabó derramando alguna lágrima al enterarse de lo del edificio Dakota..., ¿lo sucedido a las puertas de este edificio fue la salvación artística de Lennon? ¿Si viviera andaría haciendo el ridículo como el Macarni? ¿Por qué los únicos que han demostrado cierta dignidad han sido Ringo y el malogrado George? ¿Que estará pensando ahora Elvis?, ¿que hará?, ¿merodeará por los pasadizos secretos de Graceland? ¿Se preguntará estas mismas cosas?
Hey hound dog man, where you been now, where you been?
Por cierto, en lo referente al tema real de tu comentario me acordé de este poema del gran Goytisolo:
NADIE ESTÁ SOLO
En este mismo instante
hay un hombre que sufre,
un hombre torturado
tan sólo por amar
la libertad. Ignoro
dónde vive, qué lengua
habla, de qué color
tiene la piel, cómo
se llama, pero
en este mismo instante,
cuando tus ojos leen
mi pequeño poema,
ese hombre existe, grita,
se puede oír su llanto
de animal acosado,
mientras muerde sus labios
para no denunciar
a los amigos. ¿Oyes?
Un hombre solo
grita maniatado, existe
en algún sitio. ¿He dicho solo?
¿No sientes, como yo,
el dolor de su cuerpo
repetido en el tuyo?
¿No te mana la sangre
bajo los golpes ciegos?
Nadie está solo. Ahora,
en este mismo instante,
también a ti y a mí
nos tienen maniatados.
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