El río va hacia el mar. A donde el río va es donde quiero estar. Y si dejas de nadar no te paras, te arrastra la corriente. Y ya dejo de repetirlo que la repetición es una ofensa y ésta en especial. Pero sí, vamos a contracorriente y es pura supervivencia, o a la catarata. Ahora necesitaría esas fuerzas de cuando lo hacía por que me daba la gana. Qué dice éste tio, no entiendo. Y a ti qué, no sé, cambia de canal. El otro día me sorprendí escribiendo:
He intentado no explicarme que no significa que no sea capaz.
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