Y no Hilton. Ni el Hotel que no conozco y detesto. Prefiero Susan E. Hilton y aún más a Susan, mi Hermana. Que es la única persona capaz de decir que el mundo está equivocado, riendo mucho. De ella he aprendido lo más importante en la vida: ser incondicional suyo para poderla imitar en momenos de duda. Entonces recuerdo que ella es incondicional de mí y todo vuelve a su sitio. Pero yo quería hablar de mi otra hermana, Diana. Que habla más bajito de lo normal y tiene un halo mágico que su hija ha heredado. El halo de Diana y Lluna. La Lluna tiene un halo y un hermano, Pau MR, 12 años, productor de mi próximo videoclip, y Pau tiene un Padre que es mi amigo por muchas cosas y que ama a su vez a sus hermanas y a las mias. El sábado lo pasamos juntos, el anterior y el que viene, para celebrar el cumpleaños de mi padre y el día de la madre que el sábado pasado aún no era. Mi madre, que me dijo que salvarle la vida a alguien no tiene mucha gracia cuando lo hace la misma persona que casi se la quita.
4 comentarios:
A parte del halo mágico,(que es indudable) ¿porqué no tendré ni una milésima parte de tu facilidad para comunicarte?..Ojalá el Pau y la Lluna hereden de su tío un pedacito de Dani.Como siempre, me encanta leerte.
I loove pariiiiis...
Cuando uno empieza a hablar de su cuñado... Malo. Por muy buen cuñado que sea.
Ser incondicional mola...
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