Uno dice una frase en una dirección, un sentido pero la comunicación en las palabras llega como llega. Interpretación (maravillosamente) de todo, indolora -a menos que estés paranoide, que no es mi caso aunque ya sé que todos estáis pensando que sí- delirios, libertades, y el chacachá del tren. Bailar como ejercicio sistemático, cuerpos adolescentes encerrados en la máquina del tiempo. Las mil y una noches y el taxista mudo. Y, claro, insultos, ladridos no te des por aludido. Y otro consejo más. Ponlo aquí que no te oigo y cada vez me molesta más el ruido. Ya es que ni el humo, es el ruido, el hablar por hablar, el mantener una postura hermética imposible de mover simplemente porque eres tú y a ti nadie tose, vaya, pues no soy nadie, yo, decimos todos, que tú a mi no me has visto de malas, decimos todos. ¿Y eso que es? Yo no lo sé, pero así no puedo, es la pérdida de toda inocencia... cómo era, abandono de toda esperanza obnubilada luz de tu presencia... y además todo va bien aunque a veces te vea a lontananza sin pelo y de noche en la playa rodeada de madrileños también se ir en el metro pensando que me he quedado sin leche. De soja.
(Esteve: els videos de la nevada els penjaré en pocs dies, és que el deliri em demanava pas!)
3 comentarios:
No me digas que no hay leche
... ya te dije que compraras.
Bruja
cuán bellos octosílabos de esta melodía que silbada no es octosílbada.
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