Extraña calma, extraña luz. Suelo arriba el cielo de los pies. Tierno cansancio, hermosas palabras. Cerca de todo... abro mis manos. Ya destensan.No digo, pero sé.
Me acaban de recordar que ayer dije esta frase: "se han ido la chica de perilla y el chico calvo con pelo?". Recordarlo me ha arreglado el día, más que nada por el momento tan tremendo en el que pasó. Era una de esas situaciones que de tan solemnes son intolerables... y aparece el diablillo.