26.8.11

venga ya

En las fiestas mayores de Cantabria, J se bebía un cachi de trago y se echaba al hombro una moza. Vamos pal bosque, le decía. Y luego otro cachi y otra moza hasta que acababa la orquesta. Pero hace muchos años ya y ahora tiene interés en contarlo y convencer a todos que no es tan modosito. Pura bondad.



¿Y como nos pillará todo esto visto en unos años? Suspiro y me sujeto la carita y, de algún sitio -ya casi escondido- reaparece un sentimiento sin peso, melancólico que ve marcharse de nuevo el tren.


Pues tampoco era este el mío.