9.6.11

Al querer morder la paradisíaca manzana y acabar en una entrevista de trabajo haciéndose pasar por una persona seria

Ellos: - Serem allò que volguem ser! Uno obtiene siempre obtiene lo que desea... si le pone ahínco.

Yo:- Pero yo digo, ¿y por qué tengo yo que tener tanta energía, si lo que yo tengo es creatividad y entonces seré yo primero un vago, luego un fracasado y después un fracavago?






Allí no habría paro. Porque el que no trabajara se podría inventar un trabajo. Muchos pequeños talleres resurgirían en los barrios. Los comercios se llenarían, pero no habría cola para pagar. También habría grandes empresas con grandes edificios. ¿Dónde si no albergar los gimnasios de entrada libre, piscinas públicas y esos tubos para bajar como el que tienen los bomberos? Cada empleado trabajaría exactamente las horas a la semana que quisiera y cada empresa organizaría una fraternal cena cada viernes bajo las estrellas. No habría departamentos de Recursos Humanos, porque los derechos se los pondría cada uno. No se pagaría en dinero porque no existiría el dinero. Medida con la que se acabaría (por orden de aparición) la codicia, la desigualdad y la crisis.


Y lo más parecido al dinero sería un gran doblón roto, erosionado y con unos agujeros que sirven para ser usados como prismáticos con los que ubicar alineadas las tres islas que indican el camino del tesoro en el lluvioso atardecer selvático de los muelles de Goon.