Para la libertad

Para la libertad sangro, lucho y pervivo.
Para la libertad, mis ojos y mis manos,
como un árbol carnal, generoso y cautivo,
doy a los cirujanos.

Para la libertad siento más corazones
que arenas en mi pecho. Dan espumas mis venas
y entro en los hospitales y entro en los algodones
como en las azucenas.

Porque donde unas cuencas vacías amanezcan,
ella pondrá dos piedras de futura mirada
y hará que nuevos brazos y nuevas piernas crezcan
en la carne talada.

Retoñarán aladas de savia sin otoño,
reliquias de mi cuerpo que pierdo en cada herida.
Porque soy como el árbol talado, que retoño
y aún tengo la vida.

Miguel Hernández.

Me hice olvidadizo, pero fue por convicción porque mi memoria permanece intacta

Disculpen, estaba esperando a que todo el mundo parase de pedir mi regreso.

MR RODRIGUEZ
miércoles 02 junio 2008 22:30h
L'Astrolabi

y no es una despedida, ¡es un hasta nunca!